Lo que a menudo se asume que es un holograma de pasaporte u holograma de identificación, en muchos casos no es un holograma en absoluto. Más de 120 países de todo el mundo han seleccionado un KINEGRAM de alta seguridad para dar la mejor protección de sus documentos más importantes contra la falsificación y el fraude.

Mientras que tanto los hologramas como el KINEGRAM son dispositivos de imagen ópticamente variable difractivos (Diffractive Optically Variable Image Device = DOVID), a diferencia de los hologramas de seguridad, la tecnología KINEGRAM es el estándar de oro para proteger documentos y billetes emitidos por el gobierno en todo el mundo.
Las características de KINEGRAM son fundamentalmente diferentes de los hologramas. Son sumamente seguros, no están disponibles en tiendas y se suministran exclusivamente a los gobiernos. Constituyen una barrera extremadamente alta contra la falsificación, y pueden ser autenticados a través de múltiples métodos basados en la inspección humana y mecánica.
En cambio, los hologramas se utilizan generalmente para aplicaciones comerciales y decorativas. Las tecnologías utilizadas para producirlos están disponibles en tiendas y son utilizadas comúnmente por los falsificadores.

La tecnología KINEGRAM no es holográfica y se basa en los conocimientos técnicos de la empresa propietaria que está estrictamente protegida. Utiliza nanoestructuras basadas en vectores, diseñadas específicamente.

La creación de un holograma impide la creación de estructuras ópticas precisas, algo que tiene como resultado la exposición de la típica reflexión inespecífica de los colores del arcoíris. En un KINEGRAM, los efectos ópticos son sumamente precisos y técnicamente ilimitados. La realización de un KINEGRAM es tan precisa que sus reflejos de luz pueden ser dirigidos con una precisión perfecta, dando como resultado la posibilidad de planificar la apariencia visual de un KINEGRAM a la perfección. Los efectos únicos y las destacadas impresiones ópticas son intuitivos de entender y fáciles de usar.
Las posibilidades de diseño y selección de efectos ópticos son prácticamente infinitas. Las características del KINEGRAM son incomparables en su apariencia visual y su seguridad.